lunes, 28 de febrero de 2011

Shoot for the contents

La tercera película de Trinh T. Minh-Ha,  "Shoot for the contents" es en mi opinión, la película más lograda de su filmografía. La película analiza las tradiciones de la narrativa y los nombres alegóricos en China. En ella se desarrolla un juego de doble sentido, pues a la par se contempla el proceso creativo del dibujo y del cuento, mientras una voz nos narra, utilizando los mismos métodos que vemos, la historia en China. Formalmente, la cinta es hermosa  y contiene signos, alegorías y recursos cinematográficos de alto nivel. Minh-Ha hace un excelente uso de los diferentes formatos, y monta las imágenes dialécticamente (o algo muy cercano) para crear significados, y también resulta en una película muy dinámica en comparación a su otro trabajo. El color es casi perfecto, y crea un contraste intenso entre las escenas en blanco y negro y los colores, en extremo saturados, de las entrevistas. Existe una clara tendencia política de análisis del socialismo en China y una mirada crítica del gobierno de Mao, pero esto no opaca la fuerza del discurso, que encuentra una mirada a sí misma cuando toca el tema de la creación cinematográfica en un país que tiene control creativo sobre el financiamiento y/o la distribución de las películas. Es muy interesante escuchar una perspectiva oriental sobre el cine occidental, y poner en contexto una realidad:  En China, el cine gira (hablo en presente porque el filme es todavía vigente: La represión y censura china no ha cedido) alrededor de los intereses políticos, pero en occidente el eje es el mercado... ¿No es esa una restricción igual de poderosa?
La reflexión sobre hacer cine en un país represivo es una de las paradojas más fuertes de la cinematografía, pues existe una relación de dependencia muy extraña entre el gobierno y las cintas que lo quieren criticar, pero que necesitan de él para llegar a los espectadores.
A la par, se toca el tema de la incomunicación linguística y social de China. La directora maneja la traducción al inglés como una analogía de las diferencias entre los chinos, como si "Fuera necesario un tercer lenguaje para hacerse entender". El tercer lenguaje, a la par de los símbolos, hacen que la gente pueda vivir, moverse y caminar hacia el futuro.
Al final, lo más hermoso de "Shoot for the contents" es que se pregunta ¿Cómo contar una buena historia?, y probablemente la directora complementó su conocimiento cinematográfico con las tradiciones narrativas chinas, pues esta película está perfectamente bien  contada, es entretenida y en ella vemos la historia del pueblo chino narrada de una manera exepcional.

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